martes, 1 de abril de 2008

Capitulo 1 - Así empezó todo.


Comenzó con un bulto de metro y medio de largo, metro de alto y unos treinta centímetros de ancho, en mi mano derecha, caminaba entrando al terminal de buses de Viña del Mar. En mi espalda llevaba una mochila de gran tamaño de aproximadamente veinticinco kilos llena de cosas, y pensaba … ¿que cresta estoy haciendo?, al mismo tiempo una risa que venia de mi interior, me llenaba de nerviosismo y alegría.
Quizás Rodrigo trae menos peso pensé … y en el otro extremo del terminal lo divisé. Una mirada, una sonrisa y un movimiento lateral de cabeza lo dijo todo, cagamos jajaja, el venia con su bulto en mano derecha y gran mochila al igual que yo, estábamos en lo mismo, y ya no había vuelta atrás. Quedaban pocos minutos para subir al bus en dirección a Puerto Montt, el inicio de la Carretera Austral.
Toda esta locura comenzó en Tierra del Fuego. Era la ruta de regreso de un largo viaje, nos habíamos separado de nuestro compañero Tomas, ya que en ese viaje partimos 3 (Tomas, Rodrigo y yo Rafael) eramos mochileros. Estaba con Rodrigo en medio de la nada, en el “cruce de Onaisin” en medio de la tierra del fuego, donde el asentamiento humano mas cercano era la cuidad de Porvenir ubicada a cien kilómetros al oeste de nuestra dirección, en un camino de tierra infinito hacia el horizonte, donde la vegetación eran solo pequeños arbustos, y algún otro árbol que osó levantarse por sobre la tierra que sin duda recibió la inclemencia del viento, dejándolo como la foto de una bandera flameando.





Por ahí caminábamos luego de hacer dedo en la aduana de San Sebastián, donde fuimos acogidos muy amablemente por nuestros compatriotas en la frontera. El encargado de la aduana nos dejo dormir en un sector tranquilo con una mesa de ping pong que nos separaba de la sala donde se realizaban los tramites, nos invitaron café, sándwich, y conversaciones entretenidas.
Como olvidar el comentario del policía: “mira ese pájaro reculiao liiiindo” jajajaja que manera de reír. Ese día en la mañana el policía le dijo al conductor de una van repleta de turistas franceses de 3ra edad, si tienes espacio debes llevar a estos chicos hasta el cruce de Onaisin. Efectivamente tenia espacio y nos llevaría, el policía nos dice: tengan cuidado en el cruce, que no hay semáforo y los pueden atropellar, con una ironía tal que en ese cruce con suerte pasan un par de autos al día. Antes de subir nos dice, tomen cabros, lo que le pude sacar a ese weon del SAG, y nos entrega una bolsa con frutas y comestibles que el “weon del SAG” había confiscado por las estrictas medidas sanitarias que posee Chile, en el ingreso de material biológico




Así nos dejaron finalmente en el cruce donde nos propusimos caminar 50 km cada dia, para alcanzar la ciudad de Porvenir. Lamentablemente con lo rápido que fue el tema de abordar la van de los franceses, subimos sin cargar agua, y toda el agua que teníamos, para 2 días de larga caminata, eran apenas: medio litro. Con Rodrigo nos miramos y … sabíamos que con esa cantidad de agua no llegaríamos, pero … en fin, guardamos el agua y continuamos el camino.





En el borde del camino había una reja, la cual estaba parcelada y existían marcas cada 100 metros, con lo que calculamos nuestra velocidad, íbamos a 6 kilómetros por hora, velocidad increíblemente rápida tomando en cuenta el peso de nuestras mochilas y el viento en contra, que permitía inclinarse hacia adelante como Michael Jackson.
Luego de una hora de caminar vimos un gran charco de agua, que evidentemente era de agua de lluvia. Y sin pensarlo mucho, con otra botella recogimos un litro de esta agua dudosa, ante la cual dijimos … solo en caso de emergencia y para cocinar. Ya podíamos sentir la hepatitis o alguna bacteria jajaja, ojala no tengamos que tomar esta wea pensábamos.
Luego de otra hora de caminata volvimos a detenernos exhaustos, a comer una manzana que nos habían regalado en la aduana, y a lo lejos desde el horizonte se acercaba algo, mas pequeño que un auto y sin levantar polvo. Nos detuvimos a observar que cosa era y divisamos a 2 ciclistas, los cuales acercándose respondieron a nuestro saludo levantando su mano y pasaron increíblemente rápido al lado de nosotros, casi como en una carrera de fórmula 1 cuando pasan los autos cerca de una cámara fija, buuuuummmmmmmm, un segundo después y simultáneamente dijimos, ¡esta es la mano!, esto tenemos que hacer, con una bicicleta podríamos pedalear 100km sin problemas en un día! Y no tendríamos que esperar autos para hacer dedo … las alabanzas a la bicicleta continuaron por largo rato.



Fue ese día y ese momento en el que tomamos la decisión, el próximo viaje va a ser sobre dos ruedas.
Finalmente luego de unas 4 horas de caminata, descansamos en una roca en una pequeña colina, nos sentamos cada uno mirando el camino uno hacia el este y el otro hacia el oeste para divisar si venia algún vehículo. Nos quedamos dormidos, y en eso de abrir los ojos, pensando que era un sueño vi unos camiones que venían en dirección a Porvenir, pero no reaccioné, fue Rodrigo quien me dice, Rafa weon! Vienen unos camiones, y como de un resorte saltamos al camino a hacer dedo, eran 2 camiones con 3 pisos de corderos cada uno, los cuales nos llevaron a Porvenir, donde al día siguiente nos encontramos con nuestro amigo Tomas, quien venía por otro camino mucho mas largo con otra historia literalmente increíble.




Pero lo que sacamos en limpio fue: La bicicleta.
Así, dos años mas tarde aquí nos encontrábamos, en el terminal de buses de Viña del Mar a punto de iniciar una nueva aventura, con nuestra querida mochila y una bicicleta que cargar por ahora, porque sería ella la que nos cargaría por mas de 1 mes en la carretera.


Links:
Ruta Aduana San Sebastian a provenir: http://www.bikemap.net/route/543842

Capitulo 2 - La preparación y las bicicletas.

Un apretón de manos, un abrazo y como estamos? Bien po aquí estamos. Esta muy pesada? Mmm mas o menos. A ver? Jajaja asi comenzó. Como la embalaste? Rodrigo lo había echo con plástico de una bolsa grande y cartón para las zonas mas débiles y expuestas, yo lo había echo cubriéndola completamente con alusa plast, (ese plástico para cubrir la comida), en general los 2 embalajes estaban bien.
Ahora había que llevarla al bus, cosa que no fue facil, ya que en una empresa no se podía llevar bicicleta y en la otra nos dijeron textual: “tienes que comprar el pasaje, y el día del viaje ver si hay espacio o no” … plop. Al final encontramos que en Cóndor cobraban 2 lucas extra por bicicleta, así que perfecto.
Mi bicicleta era una Bianchi Peregrine vieja, de esas que eran italianas, completa Deore XT. Me llego de regalo de navidad, 0 kilometros “de paquete”. Fue una linda sorpresa porque realmente no lo esperaba, había ido a ver hartas bicicletas y de todas, es es la que mas se acercaba a lo que buscaba, pero era un poco vieja y no barata. Mi viejo la compró en Ratto, (tienda antigua de viña del mar, que ya no se dedica al rubro de las bicicletas, pero aún quedan saldos, esta tienda me la recomendó el Dr. Borja, una vez que conversamos, buen dato.)


La bicicleta cumplía con casi todas las características que recopile luego de leer cientos de páginas de internet y foros (encontré links buenísimos, luego los pongo), era un marco de Acero Cromoly (un poco pesado, pero firme y se puede soldar), horquilla rígida (mas liviana y con menos complicaciones que una con amortiguadores), cambios Deore XT (de buena calidad, para evitar panas en el camino), frenos cantiléver (viejos, pero simples), el marco tenia agujeros para las alforjas traseras y el asiento (lo mas importante para un viaje largo) era forrado con gel, y me acomodó rápidamente. Como consejo los asientos son igual que una bota de trekking, al comienzo siempre van a ser UN POCO incómodos, pero pronto nos acostumbramos. En la rueda trasera con Rodrigo compramos para las 2 bicicletas un neumático Kenda Kinetic, barato y aperrador. En las desventajas de la bici, puedo decir que los aros no eran de doble pared.

Entonces, esta bici llego solo 1 mes antes del viaje, cuando no tenia bici propia, usaba una bicicleta que me prestaba el hermano de Rodrigo. Entrenábamos, en un recorrido desde la estación del metro Sargento Aldea en Villa Alemana, hasta las casas de Valencia en Quilpué, aprovechando la calle que va junto a la línea del tren, para hacer un recorrido ida y vuelta de 25 km aproximadamente. Subíamos por Retiro y el Sol, para tratar de ponerle algo de pendiente al pedaleo, ya que en llano sabíamos que no mejoraríamos rápido. De vez en cuando íbamos a los “pozones” en Quebrada Escobares, para salir del pavimento y pedalear un poco en tierra.
El entrenamiento comenzó en octubre, saliendo 2 veces por semana aproximadamente.
Los entrenamiento a Quilpué eran un poco monótonos … al contrario de cuando íbamos a los pozones, donde habían muchas aves, cangrejos de rio, mariposas e incluso vimos un día una culebra negra con manchas amarillas! muy linda, una pena no haber tenido la cámara, estos caminos nos alejaban de la ciudad y nos acercaban a lo que realmente iba a ser el viaje.


Yo no pedaleaba desde octubre del año 2002, ya que en ese año me saque literalmente la cresta en bicicleta y me aleje un poco de las bicicletas.
El accidente ocurrió en en las “Olimpiadas Maristas” en el instituto Chacabuco de los Andes, yo competía en atletismo por el Colegio Champagnat de Villa Alemana. La familia que nos alojaba vivía justo en frente de una pista de bicicross. Me quedaba en esa casa con un gran amigo, Felipe, y fue con el que al ver la pista conseguimos de inmediato unas bicicletas. Cuando las teníamos, pedaleamos por la pista toda la tarde. Había un salto enorme que me daba miedo, pero Felipe, logro saltar sin problemas, me dijo: “Rafa no seai maricon, teni que ir lo mas rápido que puedas nomas”, yo muy weon, lo hice y  fui lo mas rápido que pude, el salto consistía en una rampla de tierra de 1 metro y medio de alto, y como 3 o 4 de largo, para caer en otra rampla mas pequeña. Fui directo al salto a máxima velocidad, el error fue no levantar el manubrio!, al saltar, hice un 1/2 front flip, y en un momento mi cuerpo estaba hacia el piso y la bicicleta en el aire arriba mio en ese momento cerré los ojos, la solté y caí. Cabe destacar que la bici no era una cross, era una mountainbike pesadísima, si hubiera caído arriba mio me mata seguro. Casi me fracturo la cadera y el golpe en la cabeza me dejo ciego por una hora aproximadamente, me asuste. Felipe no podía parar de reír y evidentemente no pude competir en el segundo evento los 800 metros planos.
Así que hace mas de 5 años que no tomaba una bicicleta, la Carretera Austral se convertía en un desafío mayor. 

Debido al poco tiempo de preparación, solo un par de meses, pensé que seria buena idea llevar la bici a un viaje familiar en Enero, pero lamentablemente tuvimos un accidente, y solo  pude pedalear una vez en un trayecto desde Pucón, hasta Caburga.




Muy lindo camino de Pucon a Caburga, tomando el camino a la izquierda antes del aeropuerto,(lo recomiendo), el único problema fue que se me ocurrió probar un nuevo sillín, el cual resulto ser una mierda. Lo recomendaron en una tienda, porque era especial, con mayor amortiguación en la zona de los isquiones (huesos que se apoyan al sentarse) y nos dijeron que eran una maravilla. Nos llamo la atención que eran muy baratos. Luego de usarlo en Pucón,  quedé pa la caga, varios días pasaron antes de poder volver a sentarme XD.  Después, nos fijamos en la caja, donde había una etiqueta tapada con el precio, la cual decía que estaban perfectamente diseñados para la anatomía de la mujer. Nos cagaron.

Ya en casi en Febrero Rodrigo volvía de un viaje, y partíamos en pocos días. No teníamos idea de mecánica de bicicletas, con suerte sabiamos cambiar una rueda.  Además nunca habíamos pedaleado con alforjas (las mas económicas compradas en Padro), y mucho menos con nuestras ¡mochilas de Montaña sobre la bicicleta!. No teníamos idea en que nos estábamos metiendo. Pero ya era hora de partir, estábamos arriba del bus, nos despedimos y el bus empezó a moverse.

Links:
Ruta entrenamiento Sargento aldea - Casas de Valencia: http://www.bikemap.net/route/543762
Ruta entrenamiento Peñablanca - Pozones: http://www.bikemap.net/route/543785
Ruta Pucon - Caburga: http://www.bikemap.net/route/543825

Capitulo 3 - De Puerto Montt al parque nacional Alerce Andino.

Eran las 11 de la noche y arriba del bus conversábamos sobre el itinerario tentativo. La meta era llegar a Caleta Tortel, recorrer los parques nacionales que pudiéramos y si el tiempo lo permitía, llegar a Villa O´higgins, pero este último objetivo se veía complicado, ya que teníamos que estar el 15 de Marzo de vuelta, para las clases.
Si llegamos a Caleta Tortel feliz, dijo Rodrigo, puta yo también respondí, y leímos algo del turistel que llevábamos y el mapa rutero. La ruta era algo tentativo donde la improvisación iba a ser la esencia del viaje.
Rápidamente nos quedamos dormidos, y despertamos en la mañana un poco antes de llegar a Puerto Montt.  (con el desayuno horrible del bus, una galleta y jugo muy malo) A las 8 am el bus ingresaba al terminal de Puerto Montt. Bajamos las bicicletas, las mochilas y caminamos hacia la plaza, que estaba como a 150 metros del rodoviario. En esos 150 metros sentimos realmente el peso de las bicicletas y las mochilas, no podíamos esperar mas para armar todo.

A las 8:15 comenzamos a desembalar las bicicletas, quitar los plásticos, ubicar las ruedas, las parrillas, las alforjas, la mochila y ahí empezaron los problemas. ¿Cómo poner una mochila de montaña en la parrilla de una bicicleta? Estaba difícil, la amarramos como pudimos, Rodrigo improviso con una cuerda, y yo con las mismas cintas de la mochila. No se veía estéticamente bonito, pero solo nos importaba que no cayeran. Pensábamos que era muy importante el balance, no tener un lado mucho mas pesado que el otro, etc … pero en los das siguientes nos daríamos cuenta que no era tan importante. (ahora me resulta impensable hacer un viaje de este tipo, sin siquiera haber pedaleado una vez, con todo arriba de la bici)


Listo! Partamos … Apenas 10 metros de pedaleando y tuve que apoyar un pie en el piso. Weon esta complicado! Le dije a Rodrigo. No me dijo nada, trato de avanzar  y lo logró, no con facilidad pero lo logro. Partimos rodando por la costanera, y a los 200 metros se cayo una botella de agua que había puesto en un bolsillo del bolso del manillar. CTM!, pero la recogí, la puse en la mochila … y seguimos, lento lento … bajamos a la calle y continuamos.
Pedalear era muy incomodo, en el cambio mas livian se sentía pesado, inestable, pensábamos: “no … no vamos a llegar a ni un lado”. Creímos que todo se acababa aquí. Adelanté a Rodrigo unos metros, pedalee sin pensar hasta una pequeña playa,  donde al detenerme me percate que Rodrigo no venía. Lo esperé y no aparecía … luego de unos minutos pensé incluso que lo podrían haber atropellado. Pero llegó. Me dijo: Puta se me cayo la mochila!. Ahí nos sentamos un momento, amarramos la mochila nuevamente,  pero con un poco de disgusto. No estaba resultando como pensábamos. Se estaba complicando.
Luego de unos minutos pedaleando, no se sentía tan mal, y nos acostumbrábamos poco a poco. En un momento dije: “al menos, el camino es plano”. Falto que dijera eso, para encontrar las primeras subidas, Murphy se hacia presente, … pedaleamos las primeras pero luego vino, otra poco mas grande, que con mi máximo esfuerzo logre subirla pedaleando, Rodrigo prefirió no desgastarse, se bajo y caminó. Fue la primera vez que cargó su bicicleta.
En las bajadas Rodrigo volaba, yo prefería ir mas despacio. Luego pasamos por el conchal de piedra Azul, el inicio de la carretera austral, esto fue una motivación extra para continuar.


Seguimos pedaleando por un camino de asfalto, sinuoso pero sin grandes subidas, hasta que se acabo el pavimento y entramos a la tierra. La tierra en este sector era muy blanda y costaba pedalear, en la orilla de la carretera se acumulaba arena, la cual hacía imposible pedalear por ese sector. Continuamos, tras sacar la bicicleta hundida en la arena un par de veces.
Eran pasadas las 2 de la tarde y luego de pedalear por 3 horas aproximadamente unos 45km, preguntamos a unos lugareños, que nos indicaron el camino que nos llevaría a nuestra primera parada, El parque nacional Alerce Andino, Ubicado a 8km hacia el este.
El camino era en subida. Tenía algunas pendientes mas pronunciadas que hacían imposible pedalear. Me tuve que bajar de la bicicleta varias veces, para subirla a mano. En una oportunidad se cayo la bicicleta, conmigo arriba obviamente jaja, pero fue una caída en como en cámara lenta y hacia el lado, quedé metido en unos arbustos. Al intentar levantar la bici, recién me di cuenta de lo pesada que estaba, parecía como si estuviera levantando una moto en vez de una bicicleta.
Finalmente, luego de recorrer 8 km en un poco mas de una hora, ya llegábamos a la entrada del parque. Estábamos un poco desmoralizado por haber tenido que cargar la bicicleta tantas veces, pero felices de lo lindo que era el lugar.


Pagamos la entrada y continuamos 500 metros sobre un camino de troncos hacia la zona de camping. Preparamos la carpa, y cocinamos algo. Rodrigo cocina y yo lavo. Partimos con nuestra primera ración de fideos (ritual que continuaría por todo el viaje). Terminamos de comer y eran las 19:30, y aun haba mucha luz, asi que aprovechamos de caminar un poco conocer los alrededores. Llegamos a un recodo del rio que estaba cerca, y nos sentamos un momento, descansar, pensar, lanzar piedras, y conversamos de lo difícil que había sido … nadie quería decir que quizás no podríamos continuar como habíamos previsto.


Fue un atardecer precioso, tomando en cuenta que a las 21:00 todavía el sol estaba poniéndose y reflejaba sus colores naranja en los cerros. Calentamos agua, tomamos un té, y nos fuimos a dormir ansiosos por recorrer el parque al día siguiente.
 Era la primera noche, podíamos sentir el sonido del rio y de los arboles, entendiendo el porque de todo esto … lo maravilloso de vivir ahí junto a la naturaleza.





Links:
Ruta en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=212296
Parque Alerce andino: http://www.gochile.cl/spa/guide/chilenationalparks/alerceandino/alerce-andino-1.asp

Capitulo 4 - Alerce Andino

Despertamos tipo 8:30 y desayunamos. Tengo la costumbre de desayunar cereales con leche fría y azúcar,(como es con agua fría no tengo que salir de la carpa para prepararlo). Lo malo es que la leche en polvo con agua fría queda casi siempre con grumos. Este desayuno me recuerda casa, y pienso que partir el día con algo dulce siempre es bueno. Rodrigo se levanta primero y calienta agua, lo acompaño y tomamos un café. Nos alistamos, y partimos por los senderos del parque. 
Nos sentimos mucho mas cómodos caminando que pedaleando, pensamos que lo nuestro es el trekking y no la bicicleta. Luego de poco caminar, el parque nos sorprende con una muy linda caída de agua, de aproximadamente unos 6 metros de alto, tomamos algunas fotos y admiramos el paisaje de frondoso bosque. Continuamos la marcha y al poco rato encontramos el famoso Alerce milenario, de mas de 3000 años, uno de los arboles mas viejos del mundo, es enorme y dan ganas de abrazarlo para tomar algo de su energía… pero hay una pequeña cerca y de puro tontos no nos acercamos mas. Me arrepiento de no haberle dado un abrazo al hermano Alerce.






El sendero continua entre la vegetación y en algunos puntos se acerca a pequeñas lagunas, en una de estas, había una construcción tipo muelle, pero medio destruido, tras este pseudo muelle, divisamos un ave sobre un tronco que sobresalía del agua, muy cerca de la orilla, parecía un pato. Con Rodrigo pensamos en sacarle una foto, y como si fuera casi una competencia nos acercamos lo más posible para capturar la mejor imagen del pato, Rodrigo iba por debajo del muelle y yo por arriba, sacamos algunas fotos (ninguna muy espectacular), y el pato lentamente bajo al agua, y se fue flotando con una tranquilidad imperturbable.

Continuamos caminando por el frondoso y bonito bosque, cruzando por algunos puentes de madera con senderos angostos, hasta llegar a divisar un claro. Seguimos y aparentemente el sendero se termina, pero pasamos a través de algunos troncos caídos. A las 11:00 am después de una hora y media de caminata llegamos a la Laguna Triangulo, un paraíso en la tierra, increíble laguna de color verde, rodeada de enormes murallones de piedra, con vegetación colgando de las laderas, las cuales se reflejan en el agua quieta como si estuviera en pause. En el piso cerca del agua había rocas con algo de arena  y entre el bosque y las rocas había pasto y flores como margaritas.



Sacamos algunas fotos de rigor, y caminamos cada uno por un lugar distinto, no había nadie más, y sin acuerdo previo, nos callamos y nos separamos por la ribera del lago. Fue como un momento de introspección y conexión con la naturaleza, algo mágico, perfecto.
Camine lentamente hacia una roca grande y me tendí de espaldas sobre ella, una mariposa apareció de pronto y se poso en la roca muy cerca de mí. La mala costumbre de las fotos me llevo a capturar su imagen un par de veces, ni se inmuto con la cámara a centímetros de ella. Impresionante era la sensación de ese lugar, puedo describirlo como una detención del tiempo.  Permanecimos ahí poco más de una hora, y regresamos.
Regresamos felices.

Una vez en el campamento, comimos algo por no decir arroz. Desarmamos el campamento, alistamos las bicicletas y salimos del parque. Pasamos por los baños los cuales estaban muy limpios, cerca había un pequeño jardín botánico con nombres de los arboles característicos de la zona.

Poco después de las 18:00 partimos de vuelta. Creíamos que el camino de vuelta sería tan complicado como lo fue de venida, pero nos equivocamos. La vuelta fue un empujón de esperanzas, ya que la pendiente a favor, nos ayudo a alcanzar altas velocidades, y el camino no era fácil, pero estaba justo al nivel donde bien atentos, se podían esquivar los hoyos y rocas rodando bien rápido, llegando a sentir la adrenalina de un camino peligroso pero no al extremo. Fue un camino tan entretenido y alentador que se convirtió en un espaldarazo al proyecto inicial. Quizás si era posible lograr el objetivo.



Seguimos por la carretera, ya mas experimentados sabíamos que no había que ir tan por la orilla ya que se acumulaba la arena y todo fue mas fluido. Nos detuvimos en un almacén, donde habían 2 ciclistas mas. Hola hola, era un francés súper bien equipado que se dirigía al norte  y un par de parejas chilenas que seguían al sur. Compramos unos chocolates.
Continuamos un momento con los que iban al sur, y empezaron nuevamente las subidas, tuve que bajarme de la bicicleta, Rodrigo lograba continuar. Cuando subía la bicicleta a mano, tope la bicicleta de una chica que hacía lo mismo y casi la boto al suelo, a ella y a su bicicleta, saque fuerzas no se de donde para sostener las 2 bicicletas sin que cayeran, cresta que vergüenza. Al llegar al final de la subida, la chica iba a esperar al resto de sus amigos, nos despedimos y continué. 


Rodrigo iba un poco mas adelante, lo alcanzaba a divisar. El camino iba junto al mar, y en algunos sectores de puentes se hacía muy estrecho, apenas pasaba una micro, y como buen micrero chileno, obviamente no bajo su velocidad.

Llegamos a Caleta la Arena, a las 20:00 hrs. Había un olor a empanada, y a mariscos,  se nos hizo agua la boca, pensamos en comprar algo para comer. Inteligentemente, antes de comprar algo, preguntamos a qué hora salía el último ferry, y el que estaba a punto de salir en ese momento, era el último. Así que subimos, las empanadas serian para otro dia.

El cruce en ferry para las personas era gratis pero las bicicletas pagaban 3000. Preguntamos si podían rebajarnos el precio y nos dijeron que no, pero si las subíamos a un camión, no había problema y no tendríamos que pagar. Primer camión que vimos, nos acercamos y le preguntamos si podíamos poner las bicis arriba. Muy muy amable el camionero nos dijo que si.
El ferry demoro una media hora en cruzar. Al bajar, el camionero nos pregunta a a dónde íbamos, y nosotros le dijimos que hacia el sur. Nos comentó que el camino entre Caleta Puelche y Hornopiren, era muy monótono, que el nos podría dejar en Hornopiren.

Perfecto, amarramos las bicicletas y directo a Hornopiren, muy simpático nos conto de los lugares del pueblo, sobre unas iglesias, unas termas, nos dio su número y que cualquier problema lo llamáramos. Al bajarnos en Hornopiren, habia que bajar las bicicletas, cosa que a primera vista seria muy fácil. Las bicicletas estaban muy pesadas, asi que con Rodrigo nos subimos al pickup del camion para bajarlas mientras nuestro amigo camionero, abajo, dice: "tirenla nomas". Nosotros sabiamos que el no conocia el peso y tratamos de bajarla suavemente, pero el la sujeto y puso una cara de esfuerzo máximo y la dejo caer, luego dijo ... esta pesada ..., aun quedaba aun mi bicicleta, y yo baje para ayudar a recibirla, ahi la bici me cayo con las puntas de los platos en mi muslo, 3 se enterraron y otros 3 solo hicieron una pequeña herida, me mordio la bici le dije a Rodrigo.
Luego al amigo camionero le regalamos un Chewi y la Tarjeta LeTour de agradecimiento. (tarjeta que decía “muchas gracias”, un logo LeTour de Chile, y nuestros emails) nos sacamos una foto, ubicando la cámara en la parte de atrás del camión, y nos fuimos.



Buscamos camping, y lo encontramos, era uno grande y bastante cerca, montamos la carpa, ordenamos un poco, comimos algo (fideos) y dormimos felices. El día había sido muy bueno, y habíamos ganado tiempo.